CDMX.- Después de 20 años de separación creativa y personal, el director Alejandro González Iñárritu y el guionista Guillermo Arriaga sellaron la paz durante una función especial de Amores Perros en el Palacio de Bellas Artes, marcando el fin de una de las rupturas más comentadas del cine mexicano contemporáneo.
El reencuentro ocurrió durante la proyección conmemorativa del clásico de 2000, filme que ambos crearon y que marcó un parteaguas en el cine latinoamericano.
En el evento, Iñárritu y Arriaga se abrazaron frente al público, un gesto simbólico que cerró años de tensiones tras su separación profesional posterior a Babel (2006).
La dupla fue responsable de una trilogía emblemática —Amores Perros, 21 Gramos y Babel— que llevó al cine mexicano a la escena internacional y consolidó el estilo de historias entrelazadas que los caracterizó.
Sin embargo, diferencias creativas y conflictos sobre el crédito autoral derivaron en un distanciamiento que parecía definitivo.
Durante la función, Iñárritu reconoció la importancia de Arriaga en el proceso creativo que dio forma a Amores Perros, considerada una de las películas más influyentes de los últimos 25 años.
Por su parte, el público celebró el reencuentro con aplausos prolongados.